martes, 9 de agosto de 2011

La dictadura del Capital
Por: Juan Manuel Sivira
Fecha de publicación: 09/08/11

imprímelo
   ¿Sobre quién ejerce su Dictadura el Capital? Evidentemente que sobre el Trabajo. Pero, ¿cómo se explica que constituyendo el Trabajo la condición (la base) del Capital, puesto que lo produce y reproduce, éste (Capital) se erija en su verdugo, amo y señor? Solo existe una explicación: la “moderna” sociedad capitalista está basada en la Privatización de los Fundamentales Medios de Producción, o lo que es lo mismo, las Condiciones Materiales de Producción pertenecen en propiedad a la mano privada. Mientras que los trabajadores carentes de Medios de Producción se ven “obligados” a vender al capitalista, a precio de gallina flaca, lo único que poseen en propiedad: su Condición personal de Producción, su Fuerza de Trabajo; es así como quedan sometidos a la égida del Capital, a su Dictadura.
   De aquello deriva que los productos generados por dichos Medios sean Distribuidos con arreglo a los intereses de esa mano privada, pues la Distribución es y será siempre consustancial al modo de Producción vigente: quien posea en propiedad los Fundamentales Medios de Producción también se hace dueño por antonomasia de los productos generados por dichos Medios. Vale decir que mientras rijan las vigentes relaciones de poder (capitalista), mientras rija la Dictadura del Capital sobre el Trabajo, los productores (trabajadores) estarán privados de lo que producen: de sus propios productos; esos productos, que en una sociedad racional (Socialista) servirían para satisfacer sus necesidades, en la actual sociedad (capitalista) fungen mas bien como sus enemigos... A pesar de ser ellos sus legítimos dueños. De todo este embrollo deviene la principal contradicción que atañe a la “moderna” sociedad capitalista: “el carácter social de la producción y la apropiación privada de la misma”; por ello, mientras rija la Dictadura del Capital los trabajadores estarán condenados a la miseria y el pauperismo; “obligados” a vender su Fuerza de Trabajo para poder sobrevivir.
   Asumir lo hasta ahora explanado significa asumir también que: el dominio que ejerce el Capital sobre el Trabajo tiene carácter económico -no jurídico-, puesto que no existe norma ni ley que obligue al trabajador a vender su fuerza de trabajo al capitalista. Pero de no hacerlo muere de hambre, perece junto a su familia. Es así como “ayudan” los tan venerados capitalistas a nuestros obreros: comprándoles, a precio de gallina flaca, su fuerza de trabajo: principal Mercancía; fuente productora de Plusvalía: principal fuente de riqueza capitalista. Todo ello encubierto bajo el manto de la flamante “Democracia” burguesa; en el fondo Plutocracia burguesa, hermana putativa de las Plutocracias esclavista y feudalista.
   La única y verdadera Democracia (el gobierno del pueblo) sólo puede materializarse en el Estado Socialista, regido por la ideología proletaria; en dicho Estado los trabajadores ostentan el control directo de la sociedad: rige La Dictadura del Proletariado; cambian las relaciones de poder; el capital deja de ser verdugo; sucumbe ante el trabajo –pasa a obedecerlo. Ahora, para conquistar la Democracia: abolir la esclavitud asalariada, la explotación del hombre por el hombre, los trabajadores deben acometer la revolución Socialista. ¿Cómo podrían conquistar la Democracia; cómo podrían abolir la esclavitud asalariada mediante una Reforma legal, si la misma no está contemplada ni en la Constitución ni en las leyes de la República Bolivariana de Venezuela?
   Es verdad que, el gobierno de Chávez es el más progresista de los gobiernos que hemos tenido en estas últimas seis décadas, pero ¿podría alguien negar que dicho gobierno se desenvuelva en el marco de la Dictadura del capital? Sólo un tarugo, adocenado reformista; lunático idealista se atrevería hacerlo. No obstante, perdería su tiempo, porque jamás podría demostrar la no adscripción de dicho gobierno a la Dictadura del Capital: al Estado capitalista. Sí, el gobierno de Chávez, al igual que los gobiernos que le precedieron: Marcos Pérez Jiménez y AD-Copey, está adscrito a la Dictadura del Capital. Claro está: para nuestro accionar político este gobierno nos proporciona, por ahora, mayores libertades. Pero, aun así debemos tener presente que el mismo está adscrito, repito, a la Dictadura del Capital, como lo estuvieron los gobiernos de Pérez Jiménez y AD-Copey.
   Sí, en Venezuela el gran Capital sigue haciendo estragos, succionando (robando) a los trabajadores la Plusvalía que producen. En ese marco, y en aras de no forjarnos falsas ilusiones (constitucionalistas), me permito citar al maestro Engels: …“Nosotros somos partidarios de la república democrática, como la mejor forma de Estado para el proletariado bajo el capitalismo, pero no tenemos ningún derecho a olvidar que la esclavitud asalariada es el destino del pueblo, incluso bajo la república burguesa más democrática…”
   .Que nadie se llame a engaños, sólo mediante una verdadera revolución social podremos transformar la “moderna” sociedad capitalista: Destruyendo al Estado capitalista; es esa la vía para superar la contradicción histórica entre Capital y Trabajo: la Dictadura del capital. Pero es el pueblo trabajador y explotado, guiado por una Vanguardia auténticamente revolucionaria, quien debe asumir el protagonismo; son los pueblos, y no los súper héroes, los que están llamados a hacer la revolución; por ello debemos proveer a los trabajadores y masas explotadas en general educación revolucionaria para que eleven su conciencia cotidiana al plano de Conciencia Ético/Socialista. Sin cuya condición sería impensable la construcción del Socialismo.
   Sólo el Socialismo garantiza al pueblo Democracia; en él la mayoría se hace gobierno. Impensable hablar de Democracia en un Estado distinto al Estado Socialista.
   Por último, urge determinar la afinidad existente entre Socialismo y Dictadura del Proletariado, por ser términos consustanciales; negar la Dictadura del Proletariado equivale negar a priori el Socialismo mismo; fue esa la gran conclusión a la que arribó Marx luego de la experiencia de la Comuna de París.

Prof.
juanmanuelsivira@hotmail.com

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