Aunque no es el objetivo de este artículo hacer un análisis técnico sobre ambas leyes, sino más bien una comparación política, aunque para ello debemos tocar aspectos científicos jurídicos, entre dos leyes que sancionan conductas transgresoras antagónicas: la primera, encierra una conducta que solo puede ser cometida por los ricos o por quien tenga capital (Así sea poquito) o una posición de dominio social como ser comerciante, industrial, productor, capitalista, para “aspirar a ser candidato” a delincuente por especulador, cualquier hijo de vecina porque le da la gana no puede tener el status de “especulador”. Mientras que la otra ley, la de desarme o ley “PP-Primero Justicia” (Partido Fascista-Franquista Español que participo activamente en el golpe de estado del 2002), cuya conducta transgresora consiste en portar ilícitamente un arma, esa conducta puede ser cometida por cualquier hijo de vecina que le dé la gana, pero peor aún, el desarme es a un tipo determinado de sector, a los barrios populares, para nada se tocan las zonas exclusivas del este Caraqueño, en donde hay armas de las bonitas, que precisamente poseen estos ricos para protegerse de “la chusma”.
LO BUENO Y LO MALO DE LA LEY DE COSTOS Y PRECIOS JUSTOS
Cuando nos ponemos a analizar esta ley, en su aspecto positivo, resulta que son tan pocos, que pareciera una ley netamente mediática, para decir que se está haciendo algo en contra de la especulación, principal problema del venezolano, ya que toca al estomago, aunque la derecha mediática, conjuntamente con la burocracia reformista, en gobierno, han logrado imponer a la delincuencia pobre como principal problema del país (Por intermedio del mecanismo de guerra psicológica denominado la repetición de corte NAZI), pero el problema de la vida cara o inflación, es el problema más apremiante del venezolano, es mas este flagelo de la inflación es que hace que se multiplique la delincuencia pobre, tan castigada por los medios de la derecha, a nivel mundial.
La especulación en nuestro país, es la principal causa de la inflación, que contra toda regla científica económica, es la más grande del continente Americano, digo contra toda regla científica, puesto que Venezuela, por ser país petrolero y estar los precios del petróleo viviendo su mejor momento desde 1980, la economía, repito en base al “librito” debería ser solida, pero no lo es, la conspiración de derecha y la burocracia reformista, han hecho que FEDECAMARAS imponga su código de muerte (Vida cara y desencanto del gobierno revolucionario), el cuentico ese, de que existe más demanda que oferta porque no se produce es pura falacia, entonces en las islas paraísos del Caribe y pacífico y en Mónaco, el costo de la vida debería ser astronómico y no lo es, pero sobre eso hablaremos más abajo.
Lo bueno de la ley, que se atreve a regular la especulación y establece un mecanismo, aparentemente científico para la fijación, seguimiento y control de los precios de los productos de consumo y servicio como es el Sistema Integrado de Costos y Precios y establece un ente regulador o controlador y “represor” de la especulación, aunque es un policía sin un poderoso chopo y con unas sanciones irrisorias, por supuesto los agentes de FEDECAMARAS, con esa “policía” seguirán haciendo fiesta, en detrimento de los bolsillos del pobre, hasta que este se canse, arrugue la cara y ponga en su sitio a derechistas y burócratas.
Lo malo, es casi toda ella, aunque crea la superintendencia de costos y precios no la han investido de poderes policiales especiales, como lo requiere la gravedad del asunto, tampoco crea los tribunales penales que condenaran a los delincuentes de cuello blanco especuladores; y las penas (Disculpen infracciones) son irrisorias a tamaños delitos cuya conducta, en los casos de bienes masivos o de primera necesidad (Medicinas, alimentos), son de lesa humanidad; un arrebatón, el hurto de una empanada o un atraco a una persona que son conductas mucho menos lesivas al colectivo social tienen más penas, y en donde el especulador no es un delincuente sino un “infractor”, es decir un in-imputable. Creo que si FEDECAMARAS hubiese hecho esta ley, por mantener las apariencias, hubiese sido más duro que el gobierno bolivariano revolucionario.
EL ENTORNO EXISTENTE EN LA LEY DE DESARME
En más de una oportunidad hemos hablado de la “·cohartada” burguesa; según las tesis criminológicas del Ius Comunismo, los capitalista que son los principales autores de los delitos sociales, en especifico en contra de la propiedad, porque mayor robo que la misma existencia de la propiedad privada, la plusvalía y la especulación comercial, no existen; estas conductas anormales, anómicas y de verdadera transgresión, son la “piedra angular” de todos los delitos en contra de la propiedad ajena y colectiva habidos y por haber. Entonces decíamos, que la burguesía principal delincuente universal, para justificarse y no ser develada y distraer, grita fuerte “allá va el ladrón”, este es el método de la cohartada burguesa; por supuesto el ladrón para ellos, siempre será el proletariado, el pobre; este sector que es víctima de ellos, son los delincuentes, bandoleros, asesinos. Esta tesis, es fácilmente verificable leyendo los 10 primeros diarios de Nuestramérica y allí se condena y se reprocha, con carácter sensacionalista, solo los delitos cometidos por los pobres y en su mayoría cuando son en contra de la propiedad y la seguridad burguesa.
Dentro de esta tónica de la cohartada, la derecha imperialista Venezolana, al igual que el resto de la derecha continental, solo califica como delito aquellos hechos que afectan sus intereses de clase, los delitos que se cometen en contra de su propiedad y su seguridad.
Por ejemplo es delito el asalto a un banco, pero los robos directos e indirectos que cometen los banqueros, tanto al apropiarse de ese dinero o “autoestafarse”, como al aumentar los intereses o cobrar indebidamente por servicios, al que están obligados a efectuar por tener el monopolio del tránsito del dinero, monopolio este otorgado por un estado cómplice o el descuente de céntimos que son imperceptibles por los clientes y muchas veces no devolver los intereses u obligar a la gente a usar tarjetas de debito y/o crédito; y peor aun en la era neoliberal, el utilizar el dinero de los ahorristas para invertirlo, sin autorización de estos y sin darle un porcentaje de la inversión, inversiones en su mayoría erráticas y que provocan quiebras, que luego son asumidas por un estado felón; eso no es delito; tampoco es delito, el hecho que la burguesía banquera (Financiera), madre de todas las burguesías en la etapa imperial, le impone a la sociedad “paquetes hambreadores”, avalados y asumidos por los organismos económicos de la ONU, como lo hizo en Nuestramérica en los 80-90 y ahora lo hace en Europa, que provocan desempleos masivos, hambres colectivas y decuplican la delincuencia pobre; esas conductas que implican enriquecimiento sin causa, sin respaldo de un trabajo realizado (Que son los fundamentos del delito en contra de la propiedad) e implican también agresión a la sociedad, por odio de clase y preservación de sus intereses, son premiadas y hasta reconocidas públicamente como meritorias y dignas de ejemplo a seguir por “exitosas” y obligada la humanidad a acatarla.
La ley de desarme va en contra de la proliferación de armas de una clase determinada, de un sector determinado, para nada el súper armamento de calidad y de alta potencia que se ha venido dotando tanto la burguesía como la derecha en las zonas exclusivas del país; ese tipo de armamento ni se menciona ni se nombra; lo peligroso es que sean los pobres quienes estén armados, así se estén matando entre ellos, no vaya ser que algún día se pongan de acuerdo y usen esas armas en contra, de quien verdaderamente deberían usarlas, en contra del capital.
Esta es una ley, en donde se han puesto de acuerdo derechistas imperialistas y pumalacas, dentro de un nuevo ambiente de “paz social” que desde la cúpula del gobierno bolivariano se ha venido promoviendo, inconsultamente, producto de un neo-caudillismo imperante, en donde no se le pide rendición de cuentas ni se le escruta sus decisiones, al comandante.
¿EL PROBLEMA DEL SOCIALISMO ES LA PRODUCCION; Y NO LA DISTRIBUCION?
Ahora, tenemos a un “nuevo genio” escribidor dentro del campo, supuestamente revolucionario, quien debería al menos estar investigado penalmente, ya que como ministro que fue, es imposible tan siquiera pensar que no metió la mano o por lo menos mantuvo una indiferencia benévola, con sus hermanos banqueros, algunos prófugos de la justicia, aparte de ser el “estadístico de la burocracia”, con una empresa de datos y medición de opinión que tiene, invade el campo de ser “ideólogo” y en un artículo ha dicho que el problema del socialismo es la producción y no la distribución; veamos.
Estas tesis burguesa de “capitalistas trabajadores”, “capitalistas sus riquezas es `producto del trabajo y esfuerzo propio”, no son nuevas, desde la comuna de Paris, en 1871, los capitalistas decían, ante la expropiación que el breve gobierno revolucionario y primera experiencia socialista mundial, les hacían, manifestaban que “le estaban robando sus propiedades producto de su esfuerzo y trabajo”.
Carlos Marx, demostró, con estudios económicos-científicos el robo, la apropiación del trabajo ajeno que hace la burguesía por intermedio de la plusvalía; pero los capitalistas son especialistas y siempre han puesto “el mundo al revés”, ellos, que son los apropiadores del trabajo social y ajeno, se colocan como los “productores”, los “creadores de riqueza”, los “trabajadores”. En cambio los trabajadores, con su socialismo, son los ladrones, los aprovechadores, los que le quieren robar y les tienen envidia, a sus riquezas que fueran construidas con esfuerzo propio.
Lo anterior ha sido siempre, desde el siglo XIX, pero no nos vayamos tan lejos, vayámonos a los últimos 30 años y al mundo hispanoparlante. Al primero que yo le escuché esa galimatías fue en los 80, a Felipe González, que por cierto su partido PSOE se viene en barrena, cuando era jefe de estado Español, un día, y en Caracas, dijo que “Los socialistas saben repartir las riquezas, pero no la saben producir”, con esto quiso decir, que los únicos que saben producir, crear riquezas y empleo, son los capitalistas; 20 años después, le escuche esas palabras bastante parecidas al pequeño Hitler, también Español y ex-primer ministro y co-autor del golpe de estado del 2002, desde La Moncloa, José María Aznar, quien dijo: “Los socialistas saben repartir las riquezas (Que no son de ellos); pero no la saben producir.”.
Dentro de esta tónica de “socialistas buenos repartidores de lo que no es de ellos, pero incapaces de producir”, algo que data de las primeras luchas burguesía-proletariado, en la Europa del siglo XIX, fue que Jesse Chacón dijo que “el problema del socialismo es la producción y no la distribución”.
El socialismo (El verdadero, el científico), es un régimen que ataca y debe desplazar al capitalismo, precisamente, porque el capitalismo frena y obstaculiza el desarrollo de las fuerzas productivas, precisamente la producción, la creación de riquezas.
El capitalista piensa en la generación de ganancias individuales y no en la producción para toda una sociedad que necesita alimentarse, vestirse, sanearse, tener techo, educarse, divertirse y sobretodo trabajar; para el capitalista consumidor, es quien puede pagar, quien no puede pagar, no existe, no entra en sus estadísticas, no es persona, para el socialismo consumidores son todos los casi 7.000.000.000 de habitantes que habitan este planeta Precisamente las expropiaciones de tierras y fábricas, es para ponerlas al servicio del colectivo social, aparte de acabar con la explotación capitalista. Pero las expropiaciones no son suficientes, se debe aumentar la frontera agrícola (Hectariaje de tierras sembradas) en todos los rublos, al menos en los 20 esenciales; y sobretodo se debe industrializar toda la sociedad para que haya suficiente producción (Bienes y servicios) para todos.
Por ello Marx dijo que el comunismo, la sociedad sin propiedad privada, en donde todos producirían para todos, tenía dos etapas, una previa, que sería el socialismo y es la etapa de transición; en donde los trabajadores tomarían el poder político pero también el poder económico, social y cultural, en donde el objetivo principal es acabar con la forma de explotación capitalista y sus derivados; y el trabajador, el verdadero creador y generador de riquezas y el factor trabajo, y no el dinero, sean quien predominen, de esta forma habrá bienes y servicios suficiente para todos. Y no una minoría privilegiada que acapara y se apropia del trabajo y condena al 80% de la sociedad a la miseria, al desempleo, la miseria y a la delincuencia.
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar |
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